Desde muchos ámbitos se pide un pacto en educación, pero esto resulta imposible. El sistema educativo es un arma política indiscutible de la que se han beneficiado todos aquellos partidos que han legislado sobre ella hasta ahora.
Llegar a un acuerdo en este aspecto es imposible, pues estamos hablando de perder capacidad de influencia en los ciudadanos del futuro (los jóvenes del presente).
En mi último libro propongo una solución que elimina esta capacidad de influencia en la sociedad. Una verdadera propuesta para eliminar este interés político y pasar a hablar de mejora del sistema educativo.
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